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Adiós 2012, hola 2013

Resumen 2012

Me despido de 2012 con gusto por varios motivos. Por un lado por la tendencia del año malquerido y tedioso; por otro por la satisfacción en la mejora.

Y es que 2012 ha sido un año que me ha obligado a esforzarme más. No conozco otra mejor forma de progresar. Cierro con mi ya clásica visión de contrastes: por un lado contento porque el arranque de mi actividad como autónomo ha dado los mínimos frutos planificados; por otro lado con un tirón de orejas a mi mismo porque hay mucho que mejorar —la soñada excelencia—. Sobre el camino vamos aprendiendo y mejorando.

Evidentemente esto no habría sido posible sin los clientes que han confiado y confían en mí. Y aunque hablemos en términos profesionales, me gustaría hacerlo excepcionalmente personal, quizás porque la excelencia de la profesión puede que radique en ese plano.

Es de agradecer que empresas de cierta dimensión y trayectoria confíen en una empresa con patas como es uno mismo. Espero que en 2013 pueda volver a coincidir en la carretera con Alejandro, arreglando el contínuo espacio-tiempo.

Más mérito tiene, aún si cabe, que pequeñas empresas apuesten sus cuartos por trabajar con uno. Cuando además estas empresas te apoyan, aconsejan y animan, incluso antes de lanzarte al vacío, estamos hablando de un valor añadido que sólo unos pocos tienen. Eso es lo que destaca a Manuel y Juan (y sus respectivos equipos).

También ha sido para mi emocionante toparme con startups que cuentan conmigo para lanzar productos reales, tangibles. Más aún cuando hablamos de startups con raíces comunes a uno mismo, algo que a uno le toca la fibra sensible. Son palabras para Carlos y Adela.

Y finalmente, no por ello los últimos, un batallón de tierra que hace sentir a uno que no está sólo, que hay más empresas con patas y luchadores por cuenta ajena por ahí dispuestos a colaborar, compartir y sacar adelante esto juntos. Compañeros tan potentes como Abel, Alberto, Daniel, David, Fernando, Javier, Juan, Juan Carlos, Juan Jesus, Marc, Nesta. Me dejo alguno, seguro. Si es así, me dais el tirón orejas con una cerveza en la mano.

Espero que 2013 me permita volver a encontrarlos en el camino, con las mismas ganas de trabajar e ilusión por sacar adelante los productos y proyectos. Y espero poder contar en este blog todo lo que vamos a hacer juntos. Con la misma ilusión recibiré a todo aquel, nuevo cliente o compañero, que quiera formar parte de este camino.

Es lo único que necesitamos. Todo los demás, como el pánico al número 13 y encomendarse a algún santo (o político) para que nos libre de ésta, son auténticas supersticiones.

Feliz año nuevo.

Publicado en Sin categoría