Saltar al contenido →

Mi primer año con mi proyecto empresarial, Agencia Root

Ha pasado un año desde que iniciamos nuestra aventura empresarial con Root, Agencia de Desarrollos Digitales. En este artículo os resumo cómo hemos vivido este último año. Ojo, toca ser claro y honesto.

Arrancamos esta aventura empresarial con bastante fuerza, producto de una estrategia previa. Tanto mi socio como yo mismo manteníamos previamente al inicio de la actividad empresarial una actividad como profesionales independientes. La jugada «magistral» no tenía mucha ciencia: fidelizar durante un año antes del comienzo de la actividad con Root al máximo número de clientes de nuestras carteras y realizar la preventa del mayor número posible de proyectos, de tal manera que llegado el día del despegue ya contásemos con suficiente volumen de trabajo.

Gracias a esta estrategia hemos tenido un primer año relativamente tranquilo en el sentido del volumen de trabajo. En picos puntuales hemos llegado a ser hasta seis personas en la oficina, lo cual creo que no está nada mal para un proyecto modesto como el que nos ocupa. Vuelvo a recordaros que no hay más inversión que el trabajo de fidelización previo y los ahorros necesarios para financiar la actividad por parte de mi socio y servidor. No hemos encontrado unicornios en el ámbito de la financiación pública o privada. Tampoco contábamos con ello, todo hay que decirlo.

A lo largo de este año lo que más he podido perfeccionar es mi labor en la gestión de equipos creativos. Quien dice perfeccionar dice aprender, pues aunque no es mi primer proyecto empresarial ni es el primer equipo de diseño que lidero, sí que es la primera ocasión en que la dirección que se traza la puedo decidir con total libertad —y responsabilidad—, al cien por cien, con todas sus implicaciones.

Llegando hasta aquí ahora nos encontramos en otro punto de inflexión que va a suponer un reto importante. La inercia de aquella preventa desaparece progresivamente. Los clientes fidelizados siguen contando con nosotros, pero la máquina es exigente con el flujo de caja. Nos gustaría mantener el equipo creado y eso implica esfuerzo, sobre todo comercial. «Salir a vender sin dejar de mimar cada proyecto que hacemos«. Hasta que no lo vives no entiendes la brutal dificultad que implica una frase como esa siendo un equipo pequeño.

¿El futuro? Estoy convencido que lo que vendrá no será fácil. Estoy convencido que habrá que tomar decisiones complicadas. Sea lo que fuere lo que ocurra, me exijo seguir dando todo lo que se espera de mí. No es una frase de Mr Wonderful, hablo en serio siendo consciente de que no es tan fácil como parece. También es cierto que a día de hoy, no puedo permitirme otra cosa. Por lo tanto mañana tocará madrugar para darlo todo. Y pasado mañana. Y pasado… Volveremos a rendir cuentas el año que viene.

Publicado en Sin categoría